martes, 10 de febrero de 2009

El desempleo y el bolsillo

Para muchos no son tiempos placenteros. Recibir esa llamada del jefe, de la oficina de recursos humanos o del dueño del negocio informándote que desafortunadamente prescinden de tus servicios es como tragar un limón sin azúcar.
“Xavier, después de tres años trabajando duro y confiado que tenía un buen empleo, recibí la noticia que me daban dos semanas más de trabajo. Cierra la empresa y ahora estoy de patas a la calle” me dice en un email Andrés de San Antonio, Texas.
Ya muchos economistas venían anunciando que el 2009 sería una época de mayor cantidad de despidos. Aunque las causas pueden ser varias, lo cierto es que tanto el índice de nómina, tasa de desempleo y promedio de pago por hora muestran claramente que a nivel nacional el mercado laboral está afectado.
Incluso, aunque esto es más anecdótico, la cantidad de email que he recibido sobre desempleo ha incrementado en comparación al mismo periodo de años anteriores.
Pero, ¿Qué puede hacer un Andrés y tantos otros que se enfrentan a la realidad de “you are fired” y nos cortan la fuente de ingresos? Cierto que va a depender de la cantidad de activos disponibles y si los puedes convertir en efectivo rápidamente. No es lo mismo una persona despedida que tiene en su chequera $50,000 dólares y sus responsabilidades mensuales llegan a $2,000 dólares mensuales a una con $1,000 en el banco y gasta mensualmente $5,000 dólares.
También depende del tipo de trabajo y el tiempo que pase para conseguir otra fuente de ingreso similar para sustituir el ingreso perdido. A nivel nacional, la mediana indica que el tiempo que pasa una persona para conseguir empleo son cerca de dos meses y medios.
Pero, teniendo esto en mente, te dejo con un plan de supervivencia en caso que estés enfrentando el desempleo.

1. Poner las finanzas en orden e inventariar todo
Lo primero hay que poner orden. Caos más caos no es la mejor manera de enfrentar estos cambios en la economía personal.
Haz un inventario de los que tienes (= activos) y lo que debes (= pasivos) para ver cuánto dinero tienes disponible. Desde el menudo que está repartido por la casa, pasando por las cuentas de ahorro, retiro, patrimonio de la casa hasta lo que tengas en casa que puede convertirse en efectivo en caso de tener que venderlo.
Lo mismo hazlo con los “socios” que le debes dinero (= acreedores). Sepáralo por tarjetas, préstamos personales e hipoteca.
Haz una lista de lo que se gasta mensualmente en la casa para saber hacia donde se va el dinero.
Determina cuánto “oxigeno de dinero” tienes para aguantar sin empleo.

2. Qué mantener y qué cortar
Aunque va a depender del nivel de activos y liquidez que tienes, lo cierto que tendrán que existir unos recortes en los gastos, para poder mantener otros.
Si estás como Andrés, casado con tres hijos y un solo empleo, no se puede dar el lujo de perder la cobertura de salud. Aunque califica para COBRA y puede mantener la cobertura médica de su antiguo empleador, tendrá que pagar su prima y la que pagaba el empleador (= prima total) más 2% de gastos de administración. Aquí le subió los costos de seguro. Claro que puede buscar otras opciones de cobertura privada pero teniendo en cuenta que pueden negarle la cobertura y condicionado a cualquier enfermedad preexistente.
Si no puedes pagar el seguro privado averigua si calificas para cobertura médica pública, especialmente para los hijos.
Si pierdes la cobertura de vida y tienes dependientes, busca una póliza a término para suplir en caso de un evento no esperado.
Si tienes auto no dejes de pagar tu seguro de auto.
Primero determina cuánto necesitas para cubrir el “pentágono”: vivienda, comida, transportación, servicios públicoetc. No estamos hablando de lujos sino lo necesario para vivir.
Determina los que eran lujos y que ahora puedes vivir sin ellos. Esos córtalos o sustitúyelos por gastos de menor costo. Por ejemplo: si gastabas $100 dólares en gimnasio, como hacia la esposa de Andrés, pues reemplázalo por la calle o el parque. Si las camisas iban a la lavandería para ser planchadas, ahora hay que sacar el tiempo para hacerlo en casa. Si el entretenimiento era afuera, ahora búscalo en casa, etc.
Y la familia, tanto de aquí como al otro lado del Río Grande, tiene que cooperar gastando y demandando menos.
Y no dejes de ahorrar para una reserva de emergencia. Sí, ahorrar porque esto no es una opción.
No sigamos dependiendo del crédito para solucionar los problemas de deudas. Uno de los problemas que la gente sufre por la pérdida de empleo, no es tanto el haber sido despedido, sino que pierden el ingreso para poder afrontar los gastos y deudas. Entonces no conviene seguir usando las deudas para pagar más deudas y mantener nuestros gastos. Evita pedir prestado y mejor trabaja en cortar gastos y buscar ingresos.
Échales un vistazo a las deudas. Sobre la casa negocia y evita cualquier abandono. Si estás rentando negocia el precio o busca una renta que pagues menos. Si tienes que vender uno de los autos para bajar costos, explora esa posibilidad. Si hay préstamo estudiantil trata de negociar una interrupción del pago o un aplazamiento.
Sobre el plástico, no caigas en el mito de pedir más pagando el mínimo y congélalas.
Si no puedes pagar ni el mínimo de las deudas, llama a los acreedores, explícales la situación, negocia y prepárate a recibir a los cobradores conociendo tus derechos. Ve aquí para saber más cobre si estás endeudado.

3. A buscar ingresos
Si necesitas ingreso inmediatamente y no tienes dinero para aguantar pues amigo a doblarse las mangas, y salir a cazar sin pena. Aunque el trabajo no sea el ideal, la prioridad es sacar la economía personal adelante.
Sumado a eso investiga en tu estado si calificas para el seguro de desempleo. Si es así regístrate inmediatamente porque lleva varias semanas hasta que te lo den. Aunque varía por estado puede que recibas una cantidad por un máximo de hasta 26 semanas. Y si tu estado tiene una tasa de desempleo mayor a 6% puede que recibas hasta 46 semanas más 13 de extensión. ¿La cantidad? Varía por estado, pero si en promedio son $300 dólares semanales al menos ayuda a pagar algunas necesidades importantes. Busca aquí para saber que aplica en tu estado.
Aquellas cosas que en casa no son necesarias, entonces convierte tu casa en un Ebay y vende para sacar dinero.
A parte de buscar trabajo en las páginas de empleo privadas, haciendo relaciones y tocando la puerta de familiares y amigos, los gobiernos estatales y locales tienen centros de entrenamiento y asistencia. Busca aquí en servicelocator.org.
Asegúrate de que tu hoja de vida esté actualizada y no seas tímido en los envíos. Entre más cantidad envíes incrementas la probabilidad de conseguir una entrevista. Y nunca vayas a una entrevista sin primero estar preparado. Y si en tu caso aplica no descartes la movilidad a otra área geográfica donde se presenten mayores oportunidades laborales y comerciales.
Para aquellos con mejor situación económica y que tenían un plan de retiro no olviden que lo que es tuyo lo puedes retirar, no importando si la compañía cerró sus puertas. Es importante hacer una transferencia directa a un IRA y evitar que te retengan el 20%.
Ahora, hay una opción que se llama la “regla de los 60 días” (english = 60-days rule) donde se permite usar el dinero de un IRA siempre y cuando hagas la transferencia de la misma cantidad de dinero en 60 días a partir que recibiste el dinero del IRA. Si se hace correctamente tienes una ventana de sesenta días donde no tendrías que pagar el 10% de penalidad si la edad es menor a 59 ½ edad y no te retendrían impuestos. Pero, también esto es un riesgo que si no tienes el dinero a los 60 días y no se hace correctamente el precio que pagas es muy alto. ATENCION (lee abajo)*
Con el dinero que hayas acumulado para el retiro evita cometer las doce novadas en inversiones.

4. Pon las cosas en perspectiva
La economía pasa por subidas y bajadas.
Aquí ha habido varias recesiones (ver aquí los periodos de duración desde 1857) con la subsiguiente caída de puestos de trabajos e incremento en la tasa de empleo. Esto muestra que la economía es como nosotros los seres hormonales: biológicamente dotados de vida. La realidad es que la economía es un órgano viviente que se expande y se contrae. Cuando se expande trae beneficios; cuando se contrae los quita. Esto ha sucedido y seguirá sucediendo.
Hay fuerzas económicas que no podemos controlar. Tampoco pretendamos que el gobierno nos traerá todas las soluciones. Concentrémonos en lo que nosotros podemos controlar como el nivel de gastos, de deuda, de ingreso, ahorro, etc.
No es tiempo de pelear por dinero, o señalar culpables. Es tiempo de respirar, mantener la calma, ser racionales y buscar soluciones.
Entonces sepárate del problema y se objetivo en entender lo que sucede. Perder el empleo es desafortunado, pero no es el fin del mundo. Hay que entender lo que sucede, despersonalizarlo y comenzar a andar.
Aprende de esta experiencia que te ayudará a estar mejor preparado para la próxima. Al final, tu decides.

* Habla con el IRS y tu contable antes de hacer esta maniobra. Ten en mente que si no depositas el dinero en un IRA dentro del periodo de 60 días generalmente se considera una distribución. Esto abre la puerta a impuestos y penalidades tanto federales como estatales.

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